Antes de decidirte a emprender la aventura de iniciar un negocio propio, debes considerar algunos aspectos importantes, como proveerte un salario y obtener los recursos para el buen funcionamiento del negocio como alquilar locales, contratar personal, comprar inventarios, etc..
El plan de negocios y su financiamiento
Es necesario llevar a cabo un plan que detalle todos los gastos necesarios para la operación e iniciación del negocio. Aquí te mostramos los principales aspectos generales a tener en cuenta:
Una vez se define la cantidad de dinero necesario se debe diseñar una estrategia para obtener el capital ya sea a través de amigos y familia, ahorros propios o bancos o una combinación de todas las opciones.
Ahora bien, lo ideal es contar con un capital para emprender, pero si no es así, existen opciones que brindan las instituciones financieras para solventar el proyecto. Asimismo, el plan de negocios ayuda a conseguir inversionistas que deseen sumarse al emprendimiento.
Financiación bancaria
No olvides que los instrumentos financieros son un gran aliado en este camino que estás por comenzar. Lo ideal es que, una vez que tienes tu plan de negocio armado, te acerques a las instituciones financieras para que te asesoren para ayudarte a impulsar tu negocio.
Algo que debes hacer es separar tu cuenta de banco personal de la de tu empresa. También puedes solicitar una tarjeta de crédito y una débito para uso exclusivo de tu negocio. Esto te ayudará a mantener un mejor control de todos los gastos y a separar tus finanzas personales de las de tu negocio. De igual forma, es posible que las instituciones financieras dispongan herramientas a tu alcance que tienen beneficios especiales para nuevos emprendedores.
Las instituciones financieras pueden ser una opción para adquirir un crédito que te ayude a iniciar tu negocio.
Recuerda
Al emprender un negocio debemos ser conscientes de los riesgos a los que nos podríamos enfrentar. Por eso es importante tener un plan de negocio elaborado, que nos ayude a mitigar los riesgos. La planeación evita que suframos pérdidas a causa de las decisiones tomadas precipitadamente o del aprovechamiento mínimo de los recursos disponibles.
Ser emprendedor es muy estimulante porque nosotros mismos somos los creadores de un universo nuevo que crece con nuestra creatividad y nuestra pasión. Somos libres de innovar y de proponer. Sobre todo, se nos abre un mundo de posibilidades, donde el límite es nuestra propia capacidad.