Una emergencia médica puede resultar devastadora para tus finanzas personales. Un seguro de gastos médicos resulta clave no solo para proteger tu salud sino tus finanzas.
Cuando contratamos un seguro, es indispensable hacer un análisis de todos sus aspectos, ya que será nuestro apoyo en caso de una emergencia.
Lo más conveniente es contar con un seguro de amplia cobertura y la mayor suma asegurada posible. Para escogerlo, debemos analizar nuestro presupuesto y decidir qué cantidad podemos destinar a la compra de éste, teniendo en cuenta lo siguiente:
- Suma asegurada: Es el monto que la aseguradora pagará para cubrir los gastos de accidente o enfermedad. El costo de la prima estará en función de dicha suma.
- Deducible: Se refiere a un monto determinado en el contrato de seguros, que el asegurado debe pagar en caso de que se presente el accidente o la enfermedad. Cuando el gasto sea mayor a ese deducible, será entonces que la aseguradora deba cubrir el excedente. Por lo tanto, entre mayor es el monto del deducible, es menor el costo de la prima. Comúnmente, el deducible es utilizado para los seguros de autos, y se presenta en los seguros de gastos médicos como una manera de reducir las primas y las reclamaciones muy pequeñas.
- Limitaciones o exclusiones: Las aseguradoras establecen cláusulas en donde especifican qué enfermedades no serán cubiertas. En algunos casos, también establecen qué tiempo debe transcurrir desde que se contrató el seguro hasta que apareció el padecimiento, para poder hacer efectiva la cobertura.
- Red médica: Son los hospitales, médicos, farmacias, ambulancias y servicio de rescate que están afiliados a la aseguradora. Es importante considerar, qué aseguradoras ofrecen los servicios que mejor nos convienen y que cuenten con asistencia hospitalaria cerca de nuestro domicilio.
- Cobertura en el extranjero: Existen seguros que brindan esta posibilidad y resultan muy convenientes si se viaja con regularidad o si se permanecerá un periodo largo en el extranjero.
